Abraham Velázquez nace en Puerto Rico. Desde muy niño fue a vivir con
su familia a Nueva York, donde acabaría formando un grupo de rap junto a sus
amigos, "The Peace poets".
Su intervención trajo al taller un término de expresión al que nunca antes habíamos dado
hueco, donde expresarse significa echarse a hablar contando cada uno aquello que no
se habla, por ser un secreto. La sorpresa fue constatar que
todos los participantes guardan algo que no dicen; una pena que guardan, secreta, que les
acompaña y de la que no hemos sabido nada todos estos años… Sentires que la discapacidad no quita que duelan.
Esta ha sido quizá, la
revelación que acompañó a Abraham en su paso por el taller, mientras él, muy lenta y cautelosamente, escuchaba hablar dando la palabra a cada participante sin
esperar recibir a cambio nada, ni siquiera una respuesta.
Escuchaba de esa forma como escuchar es invitar a expresarnos, a que nos soltemos a hablar; como debe ser en esas reuniones a que van las gentes en extremo necesitadas de hablar y ser escuchadas. Reuniones de liturgia extraña, -como en el hablar casi rezando de Abraham-, en que la necesidad de expresión es tanta, que llega a
tal punto de verterse llorando, gritando, hasta terminar por cantar como en
el “culto” de los gitanos; y todos alrededor de la figura de un guía confesor
que es el “predicador”. Abraham tuvo ese mismo papel catártico, purificador, de
conductor de la expresión.
https://www.thepeacepoets.com
https://www.youtube.com/watch?v=qD14Uasb-3w
"Mental Slavery" video clip de Peace poets
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