¿QUÉ HAGO YO AQUÍ?
Si me preguntan qué hago cada martes con los artistas y las
artistas de Debajo del sombrero no puedo sino decir que estoy aprendiendo a dibujar.
Estas son algunas notas y algunos dibujos de un tiempo que me
regalo.
5 de dic. 2017
Dice Lola, “a veces no te veo, estás como infiltrada”. Me gusta
eso, estar infiltrada.
12 de dic.
Después de comer una manzana, Mario se ha probado su vestuario,
impresionante, de súper héroe andrógino. Lola y Charo le visten, como a un
torero.
¿Qué es lo que me fascina de lo que hacen? No hay una sola
respuesta: la ausencia de censura, el respeto a sus obsesiones, la entrega…
16 de enero 2018
Hoy, mientras miro a Andrés y Miguel dibujar, me maravilla el
misterio de la creación. Entran en lo que me parece un trance y veo algo que no
se entiende con la razón. O mejor, algo que toca, que emociona, que no se sabe
de dónde sale o qué es. Nace de la necesidad, pienso. Miguel, por ejemplo, dibuja lo que desea.
30 de enero de 2018
¿Y que hago yo aquí? ¿A quién escucho? ¿A ellos, a ellas, a mí?
Hay días que me cuesta entrar en
este mundo raro y bello. Mi mano tarda en encontrar el modo de
hacer, en encontrar el propio gesto, el movimiento que me permite dibujar con
alegría, libertad, y reproducir lo que veo.
Alberto deambula. Hoy no encuentra su lugar. Sin embargo hay
sitio. ¿Qué estará buscando?
Mientras, Andrés dibuja sus espléndidos mapas y Miguel Ángel,
sus criaturas. Los dos en caballete.
Los cuerpos pegadísimos al dibujo que hacen.
13 de marzo de 2018
Lola trabaja con Miguel, le dice “no insistas en lo que ya está
hecho”, dice que la acuarela se trabaja así. Pienso de repente que no solo la
acuarela. Haces algo, aprendes, y lo dejas o haces variaciones, exploras, pero
no insistes en lo que ya está hecho. No lo sobas. Porque como pasa con la
acuarela, si lo sobas demasiado, hace pelotillas.
20 de marzo de 2018
Entra Luismi diciendo “Me voy a casa con Blanca y voy a comer
perdices ¿o no?”
10 de abril de 2018
Egea dice que ha perdido la crisálida. Busca
al tío de la crisálida, dice.
Llegué aquí pensando que quería trabajar con personas con
discapacidad desde lo que ellas quisieran contar, desde sus planteamientos,
desde sus mundos. Han pasado meses y no sé qué hago.
Dibujo con ellas y escucho. Cada vez más siento que lo
importante no es lo que yo pueda hacer con ellas, sino lo que me hacen a mí, lo
que hacen conmigo por el simple hecho de estar junto a ellas, intentando hacer
lo que hacen y escuchar. Estamos en abril, ¿qué podría contar de lo que he
descubierto? Solo podría mostrar mis dibujos y anotaciones sueltas de lo que
dicen y lo que a ratos pienso. Y ya que lo que me hacen es lo importante, ¿qué
me hacen? Pues no lo sé. No puedo ponerlo en palabras. Solo sé que me ponen a
dibujar. Cada día llego y pienso que no voy a poder.
Pero dibujo. Y al final siempre hay algo. Regreso a casa
relajada y contenta. Yo quería hacer algo con los artistas y las artistas de Debajo del sombrero y lo que pasa es que son ellos, son ellas, quienes hacen algo
conmigo.
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